Las adaptaciones son
cambios que eliminan las barreras para aprender.
Según Santacruz (2021) algunas de las características de los docentes del siglo XXI que desarrollan esta habilidad son:
¿Cómo aplicar esta habilidad a la situación presentada?
De acuerdo con la situación presentada se evidencia un caso en el que como docentes cometemos errores, porque nos ceñimos directamente al cronograma de actividades, dejando del lado la situación que puede estar viviendo cada estudiante, por eso se hace tan importante aprender a adaptarnos a diferentes escenarios, donde se tenga en cuenta la interacción del individuo con el entorno, es aquí donde la docente después de conocer el caso, interviene de una manera rápida, buscando estrategias que le permitan poder ayudar a la estudiante y no permitir que se pierda la motivación en su aprendizaje.
El docente del siglo XXI, se preocupa por sus estudiantes, los comprende y a pesar de haber cometido errores los reconoce y busca alternativas de solución, que les ayude a fortalecer y adaptarse en su proceso, como lo hizo la tutora con su gran capacidad resolutiva, en la creación y diseño de los materiales necesarios para apoyar a la estudiante, y lograr que pueda retomar sus actividades y continuar al día en el desarrollo de ellas.
Como docentes siempre debemos recordar nuestra gran misión "Propiciar en el estudiante aprendizajes significativos", que ellos se adapten al sistema, a las diferentes metodologías, a su campus virtual, pero siempre con el acompañamiento del tutor, y es aquí donde la docente de esta situación, orientó y apoyó a la estudiante, comprendiendo su dolor y escuchando sus motivos que le impidieron cumplir con sus compromisos académicos, pero lo más importante es el no dejarla sola, sino que le facilitó espacios de interacción y de trabajo en equipo.
Como docentes cada día construimos conocimiento, adquirimos experiencia, vivimos emociones placenteras, y buscamos reconocer al otro, dando lo mejor de si, para hacer de nuestros estudiantes grandes profesionales, personas autónomas, líderes y competentes para la vida.
Esta situación nos permite reconocer el gran papel que cumple el docente del siglo XXI, donde con su profesionalismo, orientación y entrega logra no solo construir conocimiento, sino formar en valores, dinamizar y motivar a sus estudiantes y lograr que alcancen las metas.
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